jueves, 26 de agosto de 2010

A la sombra de Mammon: La columna censurada de La Nación

Esta columna de Antonio Gil que le costó la salida de su puesto a la Editora del diario La Nación, Ana Verónica Peña. Algo impresentable por estos día que eatnta gravemente con la libertad de opinión y a los valores más fundamentales de nuestra "democracia".

Mucha furza a Ana Verónica Peña.



A LA SOMBRA DE MAMMON

La Nación 22 Agosto 2010 p. 7

Peso Pluma

Por Antonio Gil

Y entonces la bella e inexorable Melpómene y el fiero Wekufu se desvanecen para dejar su lugar a Mammón, el demonio judío de la avaricia y la codicia. Desaparecen pues de nuestro imaginario de golpe las presencias idealizadas, sublimadas, de lo inevitable, y emerge, con un retintín de oro, el verdadero culpable de la totalidad de nuestros males.

A veces creemos entrever, como en sueños, erguida contra nuestro óseo roquedal andino y en el “puro cielo azulado”, la figura bella y feroz de Melpómene. Ella, la musa griega inspiradora de la tragedia se nos presenta siempre tal y como es descrita en los libros: “ricamente vestida, grave el continente y severa la mirada, generalmente lleva en la mano una máscara trágica como su principal atributo, en otras ocasiones empuña un cetro, una corona o un puñal ensangrentado”.

Otras veces, entre los silbos del viento sentimos allegarse la presencia sigilosa de Wekufu, el dios mapuche de la muerte y la destrucción, batiendo a Ngenechen, el dios de la vida. Y los números terribles se repiten en este ineludible triunfo de la fatalidad. El 27 de noviembre de 2005, 33 personas abordaron una embarcación de sólo 6 metros de largo, con capacidad para 16 ocupantes. Además la lancha llevaba carga. Las siempre peligrosas aguas del lago Maihue, que en mapudungun significa copa de madera, y el sobrepeso de la adicional, hicieron naufragar el pequeño lanchón.

Hay ocasiones en que el desastre (que como sabemos quiere decir “lejos de la estrella”) exige un poco más para su morral, como ocurrió el 18 de mayo de ese mismo año cuando en la zona cordillerana de Antuco, al interior de Los Ángeles, murieron congelados 44 soldados conscriptos y un sargento. La mayoría de las veces se trata de gente pobre, de miembros de los sectores más frágiles y abandonados de nuestra sociedad. Y entonces la bella e inexorable Melpómene y el fiero Wekufu se desvanecen para dejar su lugar a Mammon, el demonio judío de la avaricia y la codicia.

Desaparecen pues de nuestro imaginario de golpe las presencias idealizadas, sublimadas, de lo inevitable, y emerge, con un retintín de oro, el verdadero culpable de la totalidad de nuestros males. Un demonio cebado en el lucro y en la más extrema cicatería. Ese es el verdadero demonio que gobierna, desde hace ya demasiado tiempo, el alma de Chile, arrasando a la bella Melpómene y al guerrero Wekufu, quienes no hacen otra cosa que cumplir sus deberes cerrando los ojos. Si vemos caso a caso las grandes desgracias que ha sufrido el país, descubriremos tras cada una de ellas la sombra de Mammon y sus explicaciones y comisiones y mentiras. Balseraphs son nombrados en las antiguas tradiciones los “abogados infernales”.

“Los Balseraphs que sirven a Mammon pueden convencer a sus víctimas de que hasta el hecho más atroz será en extremo beneficioso”. Son los demonios que ofrecen indemnizaciones y compensaciones. Antes de la caída, Mammon era un serafín al servicio de Dios. Pero su corazón se llenó con el deseo del oro y se unió a Satanás en la rebelión contra el Creador. Cuando la guerra en el cielo terminó, según la tradición rabínica, “los pecados de Mammon eran peores que los de cualquier otro de los caídos”.

Y él hoy, por desdicha, ha penetrado incluso en las iglesias, en los ministerios, por no hablar de entidades financieras, que es donde pernocta diariamente. Wekufu y Melpómene retroceden con horror cuando ven el recorte de presupuesto para una nueva lancha en un lago remoto. Cuando se asoman sobre el hombro del contador, que con su lápiz rojo elimina defensas en los socavones mineros u “optimiza” los gastos en material de invierno para los soldados que sirven a la patria. Chile está en guerra. Tenemos que aniquilar a ese demonio antes que todos seamos avasallados por la bestia. //LND

martes, 24 de agosto de 2010

Aún es tiempo...

Finalmente se aprobó. La Corema de la IV Región dio el vamos a la construcción de termoeléctrica en zona de Punta de Choros, lugar conocido por su diversidad ecológica marina y su bellos paisajes. Dicho proyecto será ejecutado por la multinacional franco-belga Suez Energy, y que montará una central termoeléctrica a carbón de 540 MW, en la caleta de Chungungo, comuna de La Higuera.

Para muchos no es muy extraño que dicha resolución tuviera este final, ya que de ante mano se sabía o era un secreto a voces que la resolución beneficiaría a la empresa europea, lo que sorprende es que Sebastián Piñera, Presidente de Chile, cuando era candidato se comprometió a no apoyar bajo ninguna circunstancia dicho proyecto. Durante su campaña dijo: “yo me voy a oponer a todas las plantas termoeléctricas que atenten gravemente contra la naturaleza, las comunidades y la calidad de vida”.(Escuche el audio). Otra de las tantas promesas que "nuestro" Presidente no cumple, es más, ni siquiera se ha pronunciado sobre el tema.

Paradójico resulta todo esto cuando vemos que los 15 votos a favor provienen de personeros designados por èl mismo, que cuentan con su confianza y que lo representa ( ver lista más abajo)… Por lo pronto la ciudadanía comienza a manifestarse, y para hoy ya existen varias marchas organizadas por diferentes agrupaciones para mostrar su descontento ante tamaña tontera. También un amplio sector político de nuestro país se muestra en contra de la medida y está ejerciendo presiones para que la medida sea revocada.

Todavía queda paño que cortar, y es de esperar que la decisión de estos “15 caballeros “pueda ser revertida de alguna forma. Al parecer existiría esa instancia y Sebastián Piñera podría revertir tal media, habrá que esperar. Si el Presidente toma una decisión contraría a la que tomó la Corema hoy, o mínimo que puede hacer es despedir a todos los funcionarios de gobierno que votaron a favor de la medida, ya que se "supone" iban en sentido contrario a lo que opinaba el Primer Mandatario.

Por mientras les dejo una foto y el desglose de la votación ocurrida hoy.

COREMA IV REGIÒN



VOTOS A FAVOR

Sergio Gahona – Intendente Regional
Pablo Argandoña – Gobernador Provincia de Elqui
Susana Verdugo – Gobernador Provincia de Limarí
Iván Cisternas – Gobernador Provincia Choapa
Gustavo Mallat – Seremi de Economía
Fernando Herman Herrera – Seremi de Vivienda
Mario Burle – Seremi de Bienes Nacionales
Marcelo Chacana – Seremi de Agricultura
Jocelyn Lizana – Seremi de Minería
José Ready – Seremi de Educación
Alejandro Cornejo – Seremi de Planificación
Juan Fuenzalida – Seremi de Transportes y Telecomunicaciones
Osvaldo Iribarren – Seremi de Salud
Luis Cobo – Seremi del MOP
Claudia Rivera – Directora CONAMA

VOTOS EN CONTRA
Raúl Godoy – Consejero Regional
José Montoya – Consejero Regional
René Olivares – Consejero Regional
Nathan Trigo – Consejero Regional

miércoles, 18 de agosto de 2010

"A la mina no voy"

Desde los tiempos del auge del salitre que estos esforzados trabajadores reciben un trato paupérrimo y sueldos indignos. Trabajadores que con su vida llenan los bolsillos de empresarios que ni siquiera se preocupan de la dignidad y de buenas condiciones laborales. Bueno, los empresarios en general nunca se han preocupado de estos temas, claro, existen excepciones, pero son solo eso “excepciones”.

Da rabia, pena e impotencia ver que autoridades, servicios y los pocos fiscalizadores que existen para estos menesteres no cumplan bien su labor. El lunes recién pasado los diputados Fidel Espinoza, Luis Lemus y Denise Pascal hicieron público un informe de fiscalización elaborado por la Dirección del Trabajo con fecha del 9 de julio de 2010. Dicho informe advertí¬a sobre peligro para los trabajadores, producto de las deficientes normas de seguridad en el yacimiento San José de Copiapó. Según el diputado PS Espinoza, "la Dirección del Trabajo tení¬a facultades para suspender faenas “



Existen varias interrogantes luego de enterarse de este informe ¿Por qué no se hizo nada al respecto? ¿Qué debe contener un informe escrito por un fiscalizador para que una faena pueda ser paralizada? ¿Por qué no se habían hecho público todos estos datos cuando gobierno lo primero que trató de decir que solamente el gobierno anterior tení¬a responsabilidades en este trágico hecho? De nada sirven las escusas, de nada sirve las cosas que no se hicieron, de nada sirve hacer “lo humanamente posible” cuando se debieron hacer las cosas en su tiempo y de buena forma.

No quiero hacer de esto un debate sobre la lucha de clases, pero claramente los mineros de nuestro país siempre sacan la peor tajada en su valeroso trabajo. Siempre se escuchan frases de “esperamos que nunca más pasen estas cosas”, pero siempre quedan en eso, frases.

El tiempo juega en contra, y si bien los familiares de las víctimas siguen con su fe intacta y esperando los rescates de sus hijos, esposos, padres o amigos de ese lugar, el ánimo de las autoridades y especialistas en sus declaraciones son más, su ánimo ya no es el mismo. Las condiciones de trabajo no son fáciles, en cualquier minuto ocurren derrumbes, lo que hace menos probable que rescatistas puedan llegar al supuesto lugar en donde se encontrarían los mineros.
Espero que Dios acompañe y dé fuerza a todos los familiares de los 33 mineros atrapados en Copiapó, también acompañe a todos quienes hacen su mejor esfuerzo por sacar a cada uno de nuestros compatriotas con vida de ese oscuro y tenebroso lugar.

La última estrofa de la canción “A la mina no voy” interpretada por Quilapayún, resume, creo yo, el sentir de muchos de los mineros de nuestro país a lo largo de la historia.

El blanco vive en su casa
de madera con balcón.
El negro en rancho de paja
en un solo paredón.

Y aunque mi amo me mate
a la mina no voy
yo no quiero morirme
en un socavón.

Don Pedro es tu amo
él te compró
se compran las cosas
a los hombres no.

En la mina brilla el oro
al fondo del socavón
el blanco se lleva todo
y al negro deja el dolor.

Cuándo vuelvo de la mina
cansado del carretón
encuentro a mi negra triste
abandonada de Dios
y a mis negritos con hambre
¿por qué esto, pregunto yo?

viernes, 6 de agosto de 2010

"El estadio es nuestro, cuidémoslo”



"El estadio es nuestro, cuidémoslo”. Esa fue la frase que se dejó ver en el tablero marcador del remozado Estadio Nacional el día martes 3 de agosto (tal como se ve en la foto), que al parecer los "hinchas" de Universidad de Chile no leyeron, no le pusieron atención o simplemente no quisieron obedecer.

Unas 89 butacas del recinto “ñuñoino “ fueron destruidos sin poder entender el porqué. Rabia? Desilusión? Pena? Estos podrían ser alguno de los motivos por los que estos imbéciles de siempre tuvieron para romper los asientos y algunos urinarios, claro, su equipo había perdido la linda oportunidad de jugar la final de la Copa Libertadores de América tras caer por 0 – 2 ante Chivas de Guadalajara, pero ¿Era necesario desquitarse con el recinto? ¿De qué sirve tener a la policía resguardando el lugar, a guardias privados, etc, si los inadaptados (premodernos) de siempre hacen de sus fechorías igualmente? De nada, de absolutamente nada.


La poca autocrítica de las máximas autoridades de Universidad de Chile resultan prácticamente inentendibles ante los hechos. Consultado por los destrozos que tuvo el Estadio Nacional, el timonel de la U, Federico Valdés, dijo tajante que “fueron mínimos para el tamaño de la concurrencia”. Sí, usted leyó bien “fueron mínimos”. Sí siguiéramos la lógica de Valdés, mientras menos gente vaya a los estadios, menos probabilidades de destrozos. Curiosa teoría del señor, por decir lo menos. El problema es un poco más complejo que lo anterior, es un tema de cultura y de inteligencia cívica.

Yo creo que ya es hora de que las autoridades tomen cartas en el asunto de una vez por todas, no arrendar el estadio a quienes lo destruyen es una buena opción. Esperemos, por el bien de todos de aquellos que no solo van al recinto a ver fútbol, si no que conciertos u otro tipo de espectáculos, que este tipo de hechos no se vuelvan a repetir.